Ingrid Pastor Jorge
Makarenko una pedagogía bolchevique
La actividad pedagógica de Antón Semiónovich Makarenko (1888-1939) se diferencia en dos etapas principales: la primera y fundamental la desarrolla a lo largo de dieciséis año como director de dos comunas educativas; la segunda, hasta su temprana muerte, la dedica a escribir y dar conferencias sobre temas pedagógicos, haciendo siempre una traspolación de su práctica en las comunas a la educación tanto familiar como escolar. De 1920 a 1928, Makarenko dirigió́ la Colonia Máximo Gorki, una comuna educativa para niños y jóvenes delincuentes enviados allí́ por la comisaria de instrucción pública; de 1928-1935 estuvo al frente de la Comuna de trabajo para jóvenes Félix Dzerzhinski. En sus libros poema pedagógico y Banderas en las torres, Makarenko relata, resto vida y la actividad de estas dos comunas educativas.
Una posición pedagógica y un estilo peculiares
Una posición pedagógica y un estilo peculiares
Makarenko sostiene, en efecto, una posición pedagógica llena de originalidad. Y lo hace no por capricho, sino por la falta de validez que para él tenían unas doctrinas pedagógicas que no pasaban de ser, según él lo entendía, exactamente eso: doctrinas. En numerosas ocasiones, Makarenko se queja de no poder contar con técnicas pedagógicas validas; para él, la literatura pedagógica está llena de hermosas palabras, de pensamientos brillantes (pura charlatanería), pero vacía de técnicas, de métodos, de instrumentos válidos para su aplicación por un educador cargado de problemas. Hasta tal punto le decepciona la pedagogía, que no duda en afirmar que los pedagogos no saben absolutamente nada de educación.
Educar para el comunismo
Educar para el comunismo
Los objetivos que Makarenko asigna a la educación se asientan, a nuestro juicio, en dos pilares fundamentales: su confianza en la sociedad soviética y su fe en las posibilidades de la educación. Por lo que respecta al primer punto, son, en efecto, numerosos los lugares de sus obras en los que Makarenko ensalza la nueva situación de su país; convencido de que la revolución de 1917 llevó a Rusia a la cumbre de la historia y supuso el inicio de un nuevo orden en las relaciones humanas y en la moral, y de que la juventud rusa se convirtió́ en un fenómeno mundial incomparable a cualquier otro, Makarenko intentó hacer de su vida una constante dedicación a la colaboración en las tareas que su país tenía planteadas: «Quisiera decir a todos y repetirlo incansablemente, que estoy orgulloso de ser ciudadano de la Unión Soviética. Esta afirmación, por común y banal que en apariencia sea, llena cada día mi existencia de una alegría nueva. Ella impulsa mi pensamiento mi voluntad y mis sentimiento, a dejarse penetrar por nuestras perspectivas de futuro, me invita a lanzarme apasionadamente a llevarlas a cabo y a arrastrar conmigo a otros; deseo trabajar, crear; deseo ardientemente consagrarme a hacer realidad nuestras fabulosas e insospechadas posibilidades..»
Una educación colectivista en través del colectivo
Para Makarenko fue una gran alegría pasar, en tiempos de la colonia Gorki, del control y supervisión de los teóricos pedagogos que tanto le irritaban, a la supervisión de un nuevo organismo cuyos miembros se interesaban poco por el alma, el derecho de la personalidad y otra chatarra lírica. Buscaban formas nuevas de organización y nuevos acentos. Eso era precisamente lo que Makarenko perseguía: un nuevo estilo y, sobre todo, una nueva forma de organización. Este problema le preocupaba mucho más que el de los métodos concretos, que el de las técnicas pedagógicas. Partía de la base de que la educación es ante todo un proceso social y que, en consecuencia, el hombre soviético no podía ser educado bajo la influencia de una sola personalidad; entendía que la esencia de la educación no estaba en las conversaciones con el niño, en la influencia directa que un educador podía ejercer sobre él, sino en la organización de la vida del niño y en el ejemplo que se le brinda con la vida personal y social. El trabajo educativo es, ante todo, un trabajo de organización. La importancia de la estructura, de la organización en cualquier tipo de educación familiar, escolar, etc. es básica. Esa organización tiene en Makarenko un nombre: colectivo; e! colectivo no es sólo cl principal método que Makarenko utiliza El método principal era toda la colonia, toda la sociedad, toda la colectividad sino que constituye la esencia misma de su sistema educativo el sistema consistía sobre todo en la colectividad. Por otro lado, Makarenko veía la necesidad de educar al hombre en el seno del colectivo por dos razones fundamentales: en primer lugar porque, según él, solamente en la experiencia colectiva puede desarrollarse una necesidad moralmente válida y, en segundo lugar, porque sólo a través del colectivo podía formarse el hombre comunista: En nuestro país sólo es un hombre en el pleno sentido de la palabra aquel cuyas necesidades y deseos son necesidades y deseos colectivistas, entendiendo por colectivismo la solidaridad del hombre con la sociedad, es decir, la antítesis del individualismo. La educación comunista que Makarenko quería dar exigía, por tanto, el recurso al colectivo en nuestro país la única educación concreta es la del colectivismo y es necesario dirigirla con toda conciencia y regularidad; como lo expresa en otro lugar: Yo defendí́ la formación de una colectividad entusiasta, fuerte y, si era preciso, severa. Y sólo en tal colectividad cifraba todas mis esperanza.
Cuatro horas de fábrica, cinco de escuela
Las colonias de Makarenko son colonias en las que, se trabaja o, por ser más exactos, son colonias de trabajo. Y lo son por dos razones fundamentales. En primer lugar, por razones de tipo, por así́ decirlo, «teórico», pues la tradición marxista defiende cl trabajo como un elemento básico, como un componente esencial de la educación; no se concibe una educación soviética correcta que no sea una educación para cl trabajo. El trabajo ha sido siempre fundamental en el hombre para asegurar su bienestar y su cultura. En segundo lugar, por razones de tipo práctico; las comunas de Makarenko debían mantenerse a sí mismas y de su trabajo los colonos se vestían, se alimentaban y se divertían; a excepción de los primeros y difíciles tiempos de la colonia Gorki, criando sólo a veces se recibía un pedazo de tocino y poca cosa más, los colonos vivieron siempre de su trabajo, permitiéndose en los tiempos más prósperos hacer excursiones turísticas que les costaban doscientos mil rublos y a su jornada de trabajo habitual, los colonos añadieron media llora suplementaria durante un mes para conseguirlos y entregar anualmente al estado un beneficio de chico millones de rublos. Tras dedicarse durante los primeros tiempos a la agricultura, el trabajo pasó luego a ser específicamente industrial de las fábricas instaladas en las comunas salieron desde ruedas para carros (en los primeros tiempos) hasta aparatos ópticos de enorme precisión, pasando por butacas, brocas eléctricas, aceiteras, etc. Algunos de estos productos debían ser importados del extranjero hasta que los colonos empezaron a fabricarlos. El trabajo no eran pues una táctica educativa sino una actividad productora de la riqueza necesaria para la colonia y para el país; es en este sentido en el que Makarenko se refiere a él como un trabajo creador. En el Estado soviético todo trabajo debe tener la categoría de una actividad creadora, puesto que en su totalidad está dirigido a la creación de la riqueza social y a acrecentar la cultura del país de los trabajadores. De ahí́ que uno de los objetivos de la educación sea la formación del habito del trabajo creador.
muy interesante este aporte sobre un grande de la pedagogía, Makarenko y su obra una gran inspiración para todos los futuros pedagogos, con su frase( la disciplina no es un método, un procedimiento de educación, si no un resultado)nos deja una gran enseñanza, cada persona puede elegir ser o no una persona con exito que vea la vida con responsabilidad y actue sobre ello siempre tomando en cuenta la importancia de la estructura, de la organización en cualquier tipo de educación familia.
ResponderEliminarSumamente relevante hablar de Makarenko, la postura que sostiene éste pedagogo acerca de la educación ha sido una de las aportaciones más relevantes a lo largo del tiempo, hablar del trabajo para la educación, y la inclusión de una sección de la sociedad que aparentemente debe quedarse aislada, confiar en los métodos y la aplicación de ellos recurriendo a la propia creatividad.
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